Desde la banda
Por: Gabriela Martínez
El cambio
La final de la Liga MX Femenil tiene protagonistas: Tigres y América. Estos clubes se disputarán el más grande honor del futbol femenil en México. ¿Estoy asombrada? No. Tanto las norteñas como las capitalinas son asiduas invitadas a la última fase del torneo y, la verdad, es el resultado del esfuerzo de las directivas por tener equipos competitivos.
Jugadoras de alto perfil con sueldos mejores a los de la mayoría de la liga han marcado una gran diferencia con los demás clubes, pero esta temporada el cambio fue más allá. Tanto Tigres como América hicieron una modificación sustancial en el banquillo del entrenador.
Las azulcremas voltearon hacia España, un país que, en definitiva, está haciendo las cosas bien en el futbol femenil (no por nada tienen en las filas de su selección a la Balón de Oro). Así, el América sumó a su equipo a las españolas Andrea Pereira y Andrea Falcón, además de al técnico Ángel Villacampa, quienes se unieron a las conocidas Aurélie Kaci, Itzel González y Kiana Palacios. Ciertamente, la diferencia llegó a Coapa en temporadas anteriores: ya habían logrado su pase a la liguilla, pero la final se les había negado. Sin embargo, al momento de escribir esta columna, las americanistas se encuentran a un paso de coronarse como campeonas.
De igual manera, las Amazonas mexicanas vivieron un cambio: Carmelina Moscato fue designada como entrenadora de las universitarias. La canadiense le dio un giro de 180 grados al club que era dirigido por Roberto Medina y aprovechó el talento de Natalia Gaitán y Greta Espinoza para regresarlas a buscar el trofeo de campeón. De ese modo, Tigres dejó en el camino a las dirigidas por Eva Espejo.
¡La final será de alarido!