Arnoldo Aguirre

El primer amor, en el fútbol como en la vida, nunca se olvida.

El decir que un jugador es mejor que otro siempre es tema de debate entre los aficionados al deporte. Por ende el fútbol no puede ser la excepción. Ya sea por el color de su camiseta, el país en el que nació o la posición en la que se desempeña, siempre existen opiniones divididas entre quien debería ser nombrado como “el mejor de todos”.

La situación se vuelve aún más difícil cuando se compara a jugadores de diferentes épocas. Comparar a jugadores de los 70 con jugadores actuales. Comparar a Platini con Zidane, a Maradona con Messi, a Pelé con Ronaldo. Los debates siempre se basan en meras suposiciones, ¿Podría Messi triunfar en el fútbol de los 80 al igual que Maradona? ¿Podría Maradona triunfar en el fútbol actual? La verdad es que nunca lo sabremos, cada uno juega al fútbol que le tocó.

El llevar el debate a un tema meramente objetivo sería ventajista en algunos casos. Que si uno metió más goles que el otro, que uno ganó más títulos, que éste nunca jugó en tal equipo. En general, el poder ser 100% objetivos en algo resulta imposible para el ser humano, siempre está esa preferencia por alguna cosa u otra, por éste o aquel.

En muchas ocasiones se pueden volver contradictorios. Maradona es mejor que Messi por ganar un mundial, y se le considera por muchos el mejor de la historia, pero entonces esa lógica se cae ya que, siguiendo la premisa del mundial, Pelé al ganar 3, sería indiscutiblemente el mejor de todos. Sin embargo, el debate existe. Además, ¿No es en Europa donde se dice que se juega el mejor fútbol del mundo? Pelé nunca jugó en Europa, entonces, un jugador que nunca jugó en la máxima élite, ¿Podría considerarse como el mejor de todos?

Entonces el mejor jugador debería ser quien haya triunfado más en Europa, y ahí nadie más que Paco Gento con sus 6 Copas de Europa, sus 12 campeonatos de liga española y la Eurocopa de 1964. No obstante, nunca se le menciona en los debates por el mejor jugador de todos los tiempos. Por lo tanto el mejor de todos no podría ser elegido sólo por los títulos conseguidos.

Si nos vamos al jugador que metió más goles oficiales, es un caso parecido al de Paco Gento, y es que el máximo goleador en la historia del fútbol (reconocido por la IFFHS) es el austriaco Josef Bican, con 805 goles a su nombre, pero jamás se le menciona como candidato a uno de los mejores jugadores de la historia. Además, por la premisa de los goles, resulta injusto ya que por consecuencia, el título de “el mejor de todos” solo podría ser disputado entre delanteros y dejaría a un lado a los mediocampistas, defensas y arqueros.

El debate torna un poco más de sentido si nos centramos en los favoritos de la gente para ocupar el podio número 1. Cruyff, Maradona, Pelé, Messi y Di Stéfano son los 5 nombres más sonados a la hora de nombrar al mejor jugador de todos los tiempos. Y si analizamos a cada jugador, nos podemos dar cuenta que todos son de perfiles bastante parecidos. Jugadores habilidosos con un talento natural que les gustaba tanto crear las jugadas como finalizarlas. Poderosos física y técnicamente y que además, de una forma u otra, llegaron para cambiar el fútbol.

Pelé con sus 3 mundiales, habiendo ganado uno con tan solo 17 años de edad. Cruyff como el líder de la revolucionaria selección holandesa conocida como la naranja mecánica. Maradona con su memorable campeonato del mundo en 1986 y sus títulos en Nápoles. Messi con sus innumerables récords de goles y Di Stéfano como el jugador que hizo grande al club más grande. Y esto es solo a manera muy general, ya que si nos ponemos a enlistar los logros da cada uno, no nos ajustan las páginas.

Pero, ¿Cómo elegir al mejor de ellos? Si bien ocupaban distintas posiciones dentro del campo, su función era muy parecida. Podemos hacer una valoración de los atributos de uno y de otro, pero resulta irrelevante ya que a ninguno le faltó nada para lograr escribir su nombre en letras de oro en la historia del fútbol. Se dice que Maradona y Messi solo pueden usar la pierna izquierda, ¿Pero de verdad necesitan o han necesitado ser ambidiestros para lograr sus hazañas?

Puede resultar injusto, pero los defensas, porteros o en general, futbolistas que se dedican más a evitar los goles que a convertirlos, jamás podrían entrar en este tipo de debates. Se valora más a los artífices del elemento de más valor dentro del juego, el gol.

Parece ser un debate interminable, en el que el factor más determinante que podría influir en que una persona se decante por uno u otro jugador, es la infancia. Como dicen por ahí, la infancia manda. Lo que uno vive de joven es lo que más se le quedará grabado. Los jugadores que nos enamoraron del fútbol (que todo mundo tiene uno), para nosotros siempre serán los mejores. Y es que el primer amor nunca se olvida.