Compite como niña
Por: Alejandra López
Sueña en grande
¿Cuántos hombres fueron mencionados en tu clase de historia? ¿Y cuántas mujeres? El que nunca nos hayan enseñado sobre las mujeres en la historia no significa que no hayan sido parte de ella. Mujeres como Hipatia, por ejemplo, una mujer de Grecia que creó el astrolabio, un instrumento que servía para calcular la posición del sol, la luna y las estrellas; o Irena Sendlerowa, una niña polaca nacida en 1910 que salvó a 2 mil 500 niños y niñas judíos de los nazis. No podemos cambiar la manera en la que se contó la historia en el pasado, pero podemos decidir empezar a contarla con todos los personajes.
Es por esta razón que quiero hablar de Wilma Rudolph, que con tan solo 20 años logró romper tres récords mundiales en atletismo durante las Olimpiadas de 1960. Fue la mujer más rápida de sus tiempos. Tiene una gran historia, pues de pequeña contrajo polio y esto hizo que quedara paralizada. Todos creían que no iba a poder volver a caminar, pero les demostró lo contrario e incluso logró convertirse en una gran atleta. Siempre tuvo el apoyo de su mamá y creía que para ganar era necesario saber perder y siempre volver a levantarnos, pero no creo que ganar fuera lo más importante para ella, sino sentir que su cuerpo era poderoso después no poder usarlo completamente durante muchos años.
En este momento tal vez se estén preguntando la importancia de conocer las historias de mujeres como Hipatia, Irena o Wilma. Es importante porque en este momento seguro hay al menos una persona a la que están limitando o le están diciendo que no puede hacer algo por el simple hecho de ser mujer. La persona que está siendo limitada podría lograr grandes cosas, pero nunca lo sabremos debido a que le dijeron que no podía y les creyó
En el mundo del deporte, especialmente, se ha minimizado la participación de las mujeres bajo el argumento de que los hombres son más fuertes y por ende más ágiles. Creo que esto ha provocado que las mujeres se exijan más al sentir que ellas tienen algo que probar. Quieren mostrarnos que ellas también pueden ser extraordinarias. El problema es que no importa que tan buenas jugadoras sean, las mujeres están destinadas a que les paguen menos desde el día que nacieron y decidieron seguir su pasión por el deporte. La sociedad las ha limitado desde el primer día, pero eso no ha hecho que dejen sus sueños de lado.
El mundo que conocemos no ha sido construido sólo por los hombres y es hora de que las mujeres obtengan el mérito que merecen. Una historia que me llena de rabia es la de Jocellyn Bell, que descubrió los púlsares mientras hacía su tésis en la Universidad de Cambridge y el premio Nobel se lo dieron al supervisor de su tésis, Anthony Hewish, y a un astrónomo de la universidad llamado Martin Ryle. ¿La sociedad no puede soportar que una mujer tenga éxito? ¿Acaso nos tienen miedo?
Es importante que las mujeres sepan que el problema nunca ha estado en ellas, sino en la sociedad que las quiere sumisas. Las mujeres también merecen ser los personajes principales en la historia. Y la próxima vez que traten de insultarte diciendo que haces algo “como niña”, puedes recordar a Wilma y sabrás que es un cumplido.