Heroínas del deporte

Por: María José Pérez / Girl Up Latinoamérica

Barbara Buttrick: “El poderoso átomo del ring”

La afición en deportes como el boxeo es inigualable, miles de apuestas y millones de dólares se ven en juego durante los combates. Sin embargo, en absolutamente todas las grandes peleas de la historia existe un algoritmo en común, todas están disputadas por boxeadores. El boxeo por ideología de la sociedad es un deporte que comúnmente se asocia solo a los hombres y que por décadas las mujeres no fueron incluidas, hasta que en los años 40 Barbara Buttrick cambió por completo el mundo del boxeo.

Barbara Buttrick, también conocida como “Battling”, nació el 3 de diciembre de 1929 en Cottingham, Reino Unido, como hija única de una modesta familia inglesa. Barbara creció durante las carencias de la Segunda Guerra Mundial, pues su estatura de 1.50 metros y su peso que apenas llegaba a los 45 kilos, por lo que toda su niñez lidio con comentarios e insultos por ser pequeña o “poca cosa”. Por el contrario, ella tenía un carácter rebelde y fuerte que le hacía resaltar. Barbara era una niña con mucha energía y algo traviesa, así que un domingo su madre la castigó y no la dejó salir, pero ella se entretuvo leyendo en el periódico la historia de Polly Burns, una impresionante mujer que fue campeona mundial de boxeo en 1900 y competía en las apuestas de peleas de feria. Barbara estaba entusiasmada y pensó que el boxeo sería la mejor forma de demostrar que su estatura y sus complejos no eran un obstáculo para lograr grandes hazañas.

A los 16 años se mudó a Londres buscando un lugar para entrenar. A pocos días de su llegada consiguió entrenar en el gimnasio de Micky Woods donde Leonard Smith sería su entrenador y con el tiempo se convertiría su esposo, además, Barbara trabajaba como mecanógrafa para solventar sus gastos. Junto a su entrenador intentó consolidar varios combates de boxeo profesional femenil, aunque en el Reino Unido no había grandes oportunidades para las mujeres, pues se asociaba al boxeo como algo “solo de hombres”. Pero eso no le impidió perseguir sus sueños, desde 1948 competía en ligas de boxeo semiprofesionales donde fue una ganadora invicta de 1950 a 1957. En ese mismo año aceptó un combate de exhibición contra el reconocido boxeador del momento, Bert Saunder.

Durante los años 50 ella junto a su entrenador comenzó a pasar largas temporadas de boxeo en los Estados Unidos, donde el boxeo femenil estaba mejor valorado. Ahí consiguió la primera licencia profesional de boxeo para una mujer en el estado Texas, un gran logro para la época. Barbara tuvo grandes logros en el deporte, sobre todo impulsaba que los medios transmitieran los combates, en 1954 logró la primera transmisión televisiva de una boxeadora . Posteriormente durante una competencia en 1957 en Canadá logró protagonizar la primera transmisión radiofónica de un combate de boxeo femenil.

Como una de las primeras boxeadoras profesionales no fue fácil, durante su carrera lidiaba contra muchos prejuicios y descalificaciones públicas, por el contrario, en vez de desalentarla, la motivó a demostrar que era capaz de mucho más. “La idea de que la mujer no debe boxear es anticuada. Las chicas ya no son florecillas delicadas como solían ser” declaró durante una entrevista. A lo largo de toda su carrera solo fue derrotada en una única ocasión por Joann Hagen en 1960.

Barbara se retiró del boxeo profesional en 1977, sin embargo, siguió trabajando por mejorar las condiciones para las mujeres en el mundo del boxeo. En 1994 fundó la Federación Internacional de Boxeo femenino (WIBF), la cual, se encarga de organizar al boxeo femenino en el mundo. Los logros de Buttrick aún siguen, en junio de 2020 se convirtió en la primera mujer en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional por su labor en el boxeo femenino.

Mujeres como Barbara nos demuestran que siempre debemos perseguir nuestros sueños y trabajar duro para lograrlos, pero sobre todo a ser resilientes y nunca darnos por vencidos. Gracias a Barbara hoy en día las mujeres tienen mejores oportunidades en el boxeo profesional, pero aún existen grandes obstáculos para que ellas tengan las mismas oportunidades que los hombres.