Desde la banda
Por: Gabriela Martínez
Los deportes se mudan al streaming
Hace algún tiempo, en este mismo espacio, hablé de cómo el streaming se posicionaba cada vez más en el gusto de los aficionados a los deportes y de la posibilidad de que en un futuro los canales digitales se convirtieran en los sitios oficiales para ver los partidos y competencias. Pues esto ya está sucediendo.
Desde el inicio de esta temporada, los juegos de la Champions League ya se pueden seguir desde la aplicación de HBO Max y recientemente LaLiga de España y la Premier de Inglaterra anunciaron que harán sus transmisiones por internet. Además, los canales digitales están aprovechando con éxito nichos olvidados por los programas televisivos deportivos y haciendo de ciertas disciplinas, a simple vista tediosas, historias atractivas para los fanáticos.
Una muestra de ello es la serie “Drive to Survive” en donde desde hace dos temporadas se pueden ver aspectos poco conocidos de las competencias de la Fórmula 1. En 20 capítulos, la serie original de Netflix retrata los problemas, las amistades, los amores y los desazones tanto de los pilotos que conducen un monoplaza como del staff de las escuderías. Este contenido ha acercado a más personas a este deporte y cada vez hay más aficionados esperando el inicio de la nueva temporada e incluso haciendo sus propias conclusiones sobre los sucesos alrededor.
Ahora, Netflix va por otro pez gordo, un deporte supuestamente de élite en el cual las ganancias son millonarias: el golf. En días pasados se dio a conocer que se está preparando una serie donde la protagonista será la gira de la PGA. Imaginen por un momento los comentarios al respecto y cómo podrían catapultar una disciplina generalmente calificada de aburrida.
Si este segundo experimento resulta, esta plataforma de streaming habrá descubierto el género de novela en los deportes y posteriormente esperaría ver el detrás de cámaras de un Grand Slam de tenis o las charlas en los vestidores durante las finales de la NBA. No obstante, lo más importante será ver cómo los canales televisivos deportivos se adaptan a este nuevo modelo y si son capaces de hacerlo; de lo contrario, verán a las ganancias quedarse en el internet.