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Foto: Santos

Por: Orlando Hernández / Líderes del deporte

Ciudad de México, Ciudad de México a 28 de febrero de 2022.- Una oscura, fría y nerviosa Ciudad de México era el lugar indicado para el duelo. Un Santos dañado en cada aspecto posible pero ahora sin Pedro Caixinha visitó a un Cruz Azul que únicamente ha caído contra el Necaxa, ambos necesitados de puntos para distintas necesidades y unidos precisamente en la búsqueda por esa meta, por la victoria.

El Azteca lució. La afición como siempre respondió al equipo celeste, por lo cual, la vibración del inmueble se percibió hasta en los monitores de televisión. La gente en las tribunas (y hasta el mismo equipo) tenían en mente la actual situación de Santos y así el modo de juego lo dio a entender.

Los primeros cinco minutos del partido el equipo de la Comarca presionó constantemente hasta que el esfuerzo dio resultado y tras un rechace de cabeza de la línea defensiva del Cruz Azul, el esférico cayó a los pies de Harold Preciado, flamante refuerzo de Santos, que después de recepcionar con el pecho, sin dejar bajar el balón, contactó con fuerza desde las afueras del área, colocando la redonda en el poste derecho de José de Jesús Corona, quién sin recorrer su línea, se lanzó desde su ubicación inicial y no pudo evitar el gol tempranero de Santos.

Poco tiempo transcurrió para que las oportunidades se le presentaran a Cruz Azul, ya que tras una falta sobre Uriel Antuna dentro del área, la pena máxima fue decretada. El encargado del cobro fue el mismo Antuna, quien erró el disparo al colocarlo al lado derecho de Carlos Acevedo, este último recostó de buena forma y atajó el tiro, pero lo impresionante fue lo que prosiguió a esta acción, ya que el balón quedó vivo permitiendo un remate más, y dos y tres, otorgando al guardameta la oportunidad de lucirse y realizar múltiples atajadas de gran agilidad y calidad.

Ambos equipos continuaron ofendiendo, sobre todo el equipo local. El partido nunca se pudo categorizar como aburrido, sin embargo, pocas oportunidades claras sucedieron en los restantes 45 minutos.

En el segundo tiempo los Celestes siguieron buscando el empate dominando el encuentro. Por su parte, el equipo santista mostró una mejor cara a comparación del primer tiempo pero no fue suficiente pues los locales llegaban con disparo tras disparo.

Hasta que en el minuto 64, un centro a pies de Ángel Romero llegó a la cabeza de José Ignacio Rivero, quien de buena manera se alzó entre los defensores y remató para así convertir el marcador en una tabla igualada.

El partido parecía expirado, minuto 90+3′, Santos mantuvo su fuerza y ganas de ir por el partido. Gorriarán llegó por izquierda con un trazo retrasado a los linderos del área grande, dónde Diego Medina tiró de primera intensión a portería, esta trayectoria del esférico fue interrumpida y modificada por Pablo Aguilar concluyendo en un gol de último minuto de los visitantes.

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