Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Por: Gabriela Martínez

El cambio

La Jornada 9 del Clausura 2022 de la Liga MX quedará en la memoria de aficionados, jugadores, directivos y cuerpo arbitral por la tragedia ocurrida en el estadio La Corregidora. No pude ver algunas imágenes y videos por la barbarie mostrada en estos. Los hechos desencadenaron la solicitud general de un castigo ejemplar para los responsables; sin embargo, los intereses en varios niveles no permitieron a las sanciones llegar. Estas no son la solución y tampoco justificó a los presidentes de la liga y la FMF, pero ciertamente ellos no tienen el poder para llevar a cabo los castigos prometidos en las horas siguientes al evento.

Me cuesta trabajo entender qué pasa por la cabeza de una persona para golpear con tanta saña a otra, que peleas tan sangrientas como la del 5 de marzo se den porque se es aficionado del equipo contrario y que tantos niveles de autoridades encargadas de la seguridad ciudadana hayan pasado por alto tantos focos rojos antes del enfrentamiento entre Querétaro y Atlas.

La paz en los titulares recientes, ya un tema dentro de la conversación habitual, parece solo importar si sucede al otro lado del mundo. En realidad, la violencia en todas sus formas, lamentablemente, es parte de la vida diaria, pero todos pedimos un cambio al respecto. Sin embargo, no llegará mediante un hechizo, de parte de la justicia ni con palabras enunciadas para ser parte de la tendencia. El cambio inicia en cada uno porque nadie es perfecto: a través de los años conocemos nuestros defectos y eso nos da la oportunidad de transformarnos.

Si estás en contra de la guerra, no violentes ni sobajes a nadie. Si rechazas a un dictador porque no le interesa llegar a acuerdos, entonces respeta la opinión de otras personas y acepta la posibilidad de no siempre tener la razón. Si no deseas ver más sangre derramada, no cargues armas, no ataques. Si asistes a un evento donde se enfrentan dos deportistas o equipos, acepta que alguien más no apoyará a quien sigues.

Debido a la pandemia, nuestras salidas fueron únicamente para lo más esencial y creí que cuando esta cediera, la sociedad sería distinta, pero tristemente no fue así. Cuando vuelvas a desear un país mejor, recuerda que si tú cambias, puedes dar un pequeño paso para crearlo porque sin duda cada quien defenderá sus intereses.

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