Heroínas del deporte

Por: María José Pérez Aguirre / Girl Up Latinoamérica

El deporte femenil desde otra mirada: mujeres compitiendo en hiyab

“Algunas personas no entenderán a tu hiyab, había dicho mamá. Pero si entiendes quién eres, algún día ellos también lo harán”. (Ibtihaj Muhammad, 2019)

En el 2016, Ibtihaj Muhammad se convirtió en la primera atleta musulmana en competir  para el equipo olímpico de los Estados Unidos usando una hiyab durante Río 2016. Ibtihaj tuvo una actuación excepcional, ganando la medalla de bronce en esgrima, pero ese no fue su único logro…

Muhammad nació el 4 de diciembre de 1985 en Maplewood, New Jersey en una familia con raíces musulmanas. Su pasión y competitividad por los deportes comenzó durante la secundaria. Sin embargo, durante este tiempo también tuvo que enfrentar grandes desafíos pues en ocasiones su manera de vestir durante las prácticas o competencias difería con su religión. Su madre tenía que cambiar el uniforme y agregar mangas largas o mallas para cubrir sus brazos y piernas.

Todo cambió cuando Muhammad vió a un grupo de jóvenes practicando esgrima cuando tenía 13 años. Se impactó al ver que todos estaban utilizando pantalones, mangas largas y máscaras, se dió cuenta que era perfecto para ella y que sería una oportunidad ideal para poder participar en algún deporte utilizando una hiyab. Con el paso del tiempo su pasión fue incrementando y durante el bachillerato ayudó a su equipo a ganar el campeonato estatal dos veces lo que la colocó en la mira de las universidades.

Muhammad fue alumna en la universidad de Duke donde se graduó en 2007 en la carrera de Relaciones Internacionales y obtuvo tres reconocimientos a nivel nacional en esgrima. Tiempo después, Akhi Spencer-El, esgrimista estadounidense, comenzó a entrenar a Muhammad y su potencial creció más que nunca. En 2009 ganó el título nacional de esgrima, en 2014; ganó el oro en el campeonato mundial en Rusia y en 2012; fue nombrada Deportista musulmana del año.

Posteriormente, calificó para representar a los Estados Unidos en los juegos olímpicos de Río 2016 donde escribió historia. Muhammad ganó la primera ronda para calificar y fue derrotada ante la esgrimista francesa Cécilia Berder en la segunda ronda donde aseguró la medalla de bronce. Este hecho fue un gran símbolo de esperanza para todas las mujeres musulmanas en el mundo deportivo, desde muy pequeñas hasta la élite deportiva.

“Mucha gente no cree que las mujeres musulmanas tengan voz o participen en el deporte. Y no solo se trata de desafiar conceptos erróneos fuera de la comunidad musulmana, sino dentro de la comunidad musulmana” compartió con USA Today durante una entrevista tras su éxito en Río. Muhammad decidió darle a su éxito otro enfoque, donde ella pudiera representar a muchas personas que temen alzar la voz o no son escuchadas.

El éxito de Ibtihaj Muhammad continuó en los años por venir. En noviembre del mismo año, Mattel creó una Barbie como Ibtihaj conmemorando el programa anual Shero, que celebra los logros de mujeres sobresalientes. Pero, no solo fue eso, sino que también fue la primera muñeca Barbie en la historia en portar una hiyab.

Actualmente existe un gran perjuicio al utilizar una hiyab, se cree que es símbolo de opresión y miedo. Sin embargo, la realidad es que las personas están confundidas por lo que en verdad significa portar un hiyab. En la religión islámica utilizar una hiyab no es obligatorio, de hecho muchas prefieren utilizar una como símbolo de empoderamiento.

Desde que Ibtihaj Muhammad mostró al mundo que una hiyab no es una limitación para alcanzar grandes metas en el deporte, muchas mujeres han decidido seguir sus pasos y buscar que su religión y manera de vestir sea respetada. Las mujeres musulmanas pueden mantener un respeto por su religión y cultura y al mismo tiempo perseguir grandes metas.