Desde la banda

Por: Gabriela Martínez

¿Y si no vamos al Mundial?

Escribo esta columna antes de que la selección mexicana juegue partidos cruciales para obtener el pase directo a Qatar o hacer más larga su agonía de saber si estará o no en la próxima Copa del Mundo. Si por algún motivo no lo logra, si nos quedamos en la orilla, ¿qué sucedería? En realidad, no sería el peor escenario.

Se perderían muchos patrocinios, también disminuirán las oportunidades para los futbolistas mexicanos y, evidentemente, la opinión pública se les iría encima, por decir lo menos. En definitiva, sería un gran fracaso para todos los involucrados, pero también les ofrecería la oportunidad de edificar un proyecto más sólido.

La selección podría contratar a un entrenador para hacerse cargo durante los próximos cuatro años y no solo conseguirlo por la premura de obtener resultados. Además, habría la posibilidad de hacer la transición generacional sin tanta prisa (tiene jugadores con experiencia, pero ellos ya pasaron sus mejores años compitiendo en las grandes esferas del futbol).

Si México no va al Mundial, puede desarrollar una meta a largo plazo y así dejaría de dar saltos que dejan huecos en el desarrollo de su equipo. De esa manera, podría buscar los rivales idóneos en cada etapa para no depender de las selecciones extranjeras a la mano y ver a talentos jóvenes a quienes por la premura de los partidos no se les da la opción de jugar y mostrarse.

Indudablemente, sería un golpe muy duro para diversos inversionistas, pero ¿no sería mejor poner su dinero a trabajar en una selección preparada para ganar? Estar en la Concacaf le da al “Tri” muchas posibilidades de obtener su boleto a Qatar, pero si este no llega, también podría ser algo beneficioso.