Paciencia, mucha paciencia
Por: Gabriela Martínez
Ciudad de México, Ciudad de México a 12 de abril del 2020.- En 2019, la MLB tuvo ingresos por publicidad de 10,700 millones de dólares, mientras que la NBA en la temporada 2018-2019 ganó 1,210 millones de dólares por el mismo concepto. Estas dos asociaciones deportivas tienen todos los reflectores en el primer semestre de cada año.
Las Grandes Ligas empiezan con el entrenamiento de primavera, en tanto que la liga profesional de basquetbol tiene en los primeros meses del año la conclusión de la temporada, las finales y, aproximadamente en mayo, al campeón.
En 2020, la historia de ambas ligas ha sido muy distinta luego de que la pandemia ocasionada por el COVID-19 hizo que se suspendieran los eventos masivos, entre estos los deportivos. Sin embargo, a principios de abril, el presidente Donald Trump dio una conferencia en la que pidió a estas dos ligas que reanudaran los juegos lo antes posible.
Ante esta solicitud, la MLB ya difundió un plan en el que, entre otras cosas, se informa que todos los juegos se realizarían tentativamente en Arizona. El deporte podría ser un arma para ayudar a la economía a no sufrir tantos estragos durante esta pandemia, pero, en mi opinión, se debe esperar.
Aún cuando las Grandes Ligas pretenden retomar sus actividades a mediados de mayo con el argumento de que el beisbol no es un deporte de contacto y se puede mantener cierta distancia para evitar el contagio, es imposible aislar por completo a los jugadores. Ellos tendrían que interactuar entre sí en los traslados locales, en los viajes interestatales, y con el personal que esté en los estadios laborando. Además, se debe tomar en cuenta la salud mental de los beisbolistas, quienes tendrían que estar lejos de sus seres queridos durante estas jornadas.
Por su parte, la NBA no ha dado a conocer sus acciones, pero extraoficialmente se dice que podría reiniciar su temporada.
Me uno a los aficionados que les gustaría tener los deportes de vuelta, pero no me gustaría que la desesperación resultará en más contagios de coronavirus. En este momento, tomar una decisión precipitada incluso podría costar vidas, así que, por ahora, creo que los dirigentes de estas organizaciones deberán armarse de paciencia y sopesar todas las implicaciones de acelerar el regreso de los eventos deportivos.