El mundo donde no pasa nada
Por: Adrianelly Hernández
@Nellyfut
Ciudad de México, Ciudad de México a 03 de junio del 2020.- El futbol femenil profesional en México es ese mundo donde no pasa, donde las jugadoras se retiran jóvenes porque no encuentran apoyo en los clubes, donde los sueldos no dan para vivir, pero parte de la afición dice que se les debe exigir más, donde un equipo desaparece y las últimas en enterarse son sus jugadoras, así es el balompié de mujeres en este país.
Desde hace días, comenzó a sonar con fuerza el rumor de que Monarcas desaparecería de la Liga MX y la plaza se mudaría a Mazatlán. De por sí, la noticia ya sonaba macabra, pues se demostró que a quienes dirigen el futbol mexicano, los mueve sólo el negocio, nunca lo que sientan sus aficionados, pero aunado a eso, se supo que las futbolistas de la monarquía nada sabían de esto, es más, se enteraron por redes sociales de la llegada de camiones de mudanza al Estadio Morelos y ellas, ¿qué tenían? Un mensaje de whatsapp que nada les aclaraba.
La noticia comenzó a tomar mayor fuerza y a provocar indignación; hubo notas en diversos medios de comunicación; Diana García, portera del equipo, concedió algunas entrevistas, en las que hacía énfasis que lo único que pedían eran respuestas, alguna propuesta, tener opciones para saber qué hacer, pues muchas, como ella, quieren continuar su carrera. Pero ni el club ni la Liga se pronunciaron.
Fue hasta este martes cuando a través de un frío comunicado, se anunció el cambio de sede. Entonces, la situación obligó a que por fin se comunicaran con las jugadoras, la propuesta: un pequeño aumento de sueldo, sin casa club en Mazatlán, es decir, ellas deben pagar su renta, hacerse cargo de sus gastos, en una ciudad mucho más cara que Morelia, alejadas a unos 800 kilómetros, a nueve horas de camino en auto, y es que la mayor parte del equipo tiene su vida en la capital michoacana, y aquí es donde también explico que el contexto para el futbol femenil, difiere del varonil, quienes tienen mucho más capacidad de hacer este tipo de mudanzas, ya que cuentan con el suficiente ingreso para este tipo de cambios, no así las futbolistas, quienes apenas ganan para subsistir.
Habrá que ver lo que proponga la directiva, pero tristemente no parece que se ofrezcan las condiciones adecuadas para un grupo de mujeres que solamente quiere hacer su trabajo con el respeto a sus derechos, con vivienda digna y oportunidades de crecimiento, como todos nosotros en cualquier empresa.
Oleada de bajas
Por otro lado, antes del escándalo purépecha, se encendieron las alarmas por las 10 bajas del Atlético San Luis, además de su cuerpo técnico. El equipo potosino dejó ir a futbolistas como Tamara Romero, Ivone Santillán, Belkis Escalante y Alejandra Vázquez, además de algunas que todavía no debutaban. De acuerdo con lo que sé, se trató de un recorte al presupuesto, aunque se entiende que deberán buscar más elementos, pero entonces se entiende que no se les pagará lo mismo.
Algo similar se dejó ver en Toluca, donde cortaron a Karime Abud y Kenya Téllez, dos referentes de las Diablas, es más, Téllez estaba en el equipo desde la Copa MX del 2017, junto a su hermana Dayan, quien, hasta ahora, se mantiene en el cuadro mexiquense.
En América también destacaron las salidas de Estefanía Fuentes y Ana Karen López, dos piezas fuertes en la defensa de las Águilas. En cuanto a Atlas, también comenzaron las salidas: Mayra Estrada, Verónica Jiménez y Maritza Maldonado.
Todas las mencionadas habían hecho un buen papel con sus escuadras, por lo que resulta sorpresiva su salida, habrá que esperar para poder verlas en otros conjuntos, lo cual sería lo más lógico, sin embargo, queda la interrogante de por qué dejar ir a elementos que te estaban dando resultados. ¿Aceptaron ofertas? ¿En tu club no les respetaron sus peticiones? ¿Prefieres tener un equipo de mediana calidad?
Me parece que los clubes de la Liga MX Femenil tienen que preguntarse para qué están en esa competencia, ¿por qué no se pueden salir debido a las exigencias de FIFA y porque por supuesto, serían señalados? ¿O porque quizá realmente les interesa desarrollar el futbol femenil? Me temo que la mayoría diría que por la primera opción. Lamentable.