Por: Gabriela Martínez

Ciudad de México, Ciudad de México a 16 de agosto del 2020.- La última vez que los Pumas se proclamaron campeones fue en el Clausura 2011. A nueve años de esta hazaña, no parece cercano otro campeonato para los universitarios. Presidentes han pasado, pero el equipo se mantiene, así, mediano.

Pumas necesita no solo volver a sus orígenes como equipo de prestigio, sino también actuar verdaderamente como tal. Parece una tarea sencilla, pero basta ver los números de los universitarios para darse cuenta del desastre que son. Vayámonos por partes.

El presidente del patronato debe tener conocimientos sobre el futbol mexicano y cómo se manejan los recursos. Evidentemente, el cargo tiene una remuneración económica, pero también implica obligaciones que no se han realizado. Primero, se dejó ir a jugadores de base y los refuerzos no hicieron la diferencia. Por otra parte, las finanzas del club no son las mejores.

Los recursos financieros podrían sanearse si se produjeran talentos al interior de Pumas, pero en eso también están fallando los directivos que han pasado por ahí. ¿Por qué sucede esto? El club cuenta con una cantera que posee todos los elementos para formar y desarrollar futbolistas de calidad; sin embargo, eso tampoco se está logrando porque los encargados de esto no están haciendo bien su trabajo.

Para terminar, Pumas era de los clubes que se caracterizaban por conservar a los entrenadores a pesar de los resultados; ahora, van y vienen. No solo hace falta que ellos entiendan la filosofía de los auriazules, sino además que tengan un sólido respaldo de la directiva.

Pumas es considerado uno de los cuatro grandes, pero la verdad, en este momento, solo son un equipo mediano.