Por: Korina Sánchez S.

Twitter: korinasanchezz

Pandemia: trastocaste mi vida

Tijuana, Baja California, México a 05 de octubre del 2020.- Ayer, antier, hace años… ¡Qué más da! Este día queda grabado en mi memoria: El día que mi equipo visitó Tijuana, la ciudad en la que habito (y amo) y ¡No pude ir al estadio!

Sé que no debo ir al estadio, a sus inmediaciones, ni participar en caravanas rumbo al estadio, ni viajar al aeropuerto para aplaudir a mi equipo a su llegada, ni estar con mis amigos gritando en algún restaurante, café u otro lugar público…

Saber que estoy a unos metros de ti y sólo verte a través de un televisor es frustrante; entendí entonces que la pandemia trastocó mi vida. Por primera vez, desde hace siete meses sentí lo que es el no tener libertad.

Desde hace nueve años la visita de Chivas a Tijuana (porque existe equipo de máximo circuito) se convirtió en un ritual para nuestro grupo de amigos, los chivahermanos, que esperamos a nuestros jugadores.

Nuestras playeras, banderas, bufandas, gorras, banderines, llaveros, mochilas, chamarras y un sinfín de objetos que tenemos quedaron guardados en nuestro armario… Creo que fue el armario el único feliz este día.

Mi sueño, convicción y pasión es ir al estadio a apoyar a mi equipo. Y en esta ocasión no pude desearles el triunfo personalmente. Fue un día poco común gracias a la pandemia, ¡Ya vete, coronavirus!