Por: Korina Sánchez S.

Twitter: korinasanchezz

¿Derechos laborales o derechos humanos?

Tijuana, Baja California, México a 23 de noviembre del 2020.- Supongamos que jugar futbol es tu pasión, te dedicas a ello pero de repente ves que absorbe mucho tiempo, tanto, que tienes que decidir entre tu trabajo y el futbol; te quedas con el futbol, te pagan y se convierte en un empleo, ¿No? Creo que suena coherente.

Pero en el fútbol femenil rara vez se trata de un trabajo. En muchos clubes no se rigen por un contrato laboral, es decir, no existe una relación patrón-empleado, sino que se utiliza la figura de una prestación de servicios (tipo honorarios) bajo un contrato civil.

¿Qué quiere decir esto? Que las futbolistas tienen trabajo asegurado un partido a la vez, no por mes, no por temporada y mucho menos por anualmente. Sólo por un juego (aunque hay clubes que firmas por ciertos meses).

Y esto impide solicitar algunas prestaciones a las futbolistas, quienes viven de este deporte al jugar para una liga; una de ellas es el acceso a un seguro y permiso de maternidad.

La FIFA anunció que las jugadoras que se embaracen podrán ausentarse por 14 semanas, con dos terceras partes de su salario, apoyo psicológico y apoyo médico, apenas hace unos días. El argumento fue el éxito y la proyección que tuvo el fútbol femenil con el Mundial de Francia 2019.

El reglamento se aplicará en los países miembros, con el fin de brindar más derechos laborales a las futbolistas profesionales. ¿Qué pasará con México? Si bien existen clubes responsables como Pachuca, Chivas, Tigres y Rayadas, también existen otros (como el desaparecido Morelia) que no contemplan siquiera el salario digno para los futbolistas.

Entonces: ¿Se trata de un derecho laboral o un derecho humano? Estoy segura que coincidimos.