Jorga Raúl Nacif, el toreo y futbol es su pasión

Recordar es volver a vivir

Por Jorge Raúl Nacif

Caía aquella noche decembrina mientras las emociones se agolpaban en los corazones de todos y cada uno de los aficionados rojiamarillos. La gloria por fin podía palparse, realidad que hace 18 años motivó un festejo interminable al son de un solo grito, el de “¡Campeón!

El 16 de diciembre de 2000 vive para siempre en la retina del sentimiento como una huella indeleble. La “Bombonera” de Toluca atestiguó un compendio de lo que es -y ha sido- la historia de nuestro club, pues sustantivos como “lucha”, “garra”, “ímpetu” y “entrega” fueron enlazados para una memorable victoria.

Así, las atajadas de Ángel Comizzo resultaron determinantes desde el manchón penal, junto con el temple de Carlos Morales, Jorge Almirón, Hugo Chávez, Miguel Hernández y, por supuesto, Heriberto Ramón Morales, que con su botín izquierdo redondeó el esfuerzo de todo el conjunto comandado por el profesor Luis Fernando Tena.

Junto a los referidos nombres, y entre otros, el equipo contaba con el liderazgo del capitán Darío Franco o la clase de Omar Trujillo, Flavio Davino y José Antonio Noriega. Mario Ruiz volaba por la banda derecha y la creatividad de Javier Lozano era parte de un aparato ofensivo en el que fulguraba la contundencia de Alex Fernandes y Carlos Pavón, éste último lesionado de cara a los partidos finales.

Los héroes de aquel inolvidable día se empeñaron en hacer añicos el “no se puede” y convertirlo en la realidad más insigne del futbol michoacano, parteaguas consagrado con la entrega de un trofeo que quedará para la historia.

El goce de un título trabajado a lo largo de tantos años atizaba de locura todos los corazones rojiamarillos. Así fue el desfile del día siguiente por las abarrotadas calles de la colonial Morelia, donde aficionados y jugadores se fundieron en un solo núcleo.

A 20 años de distancia, las emociones brotan como si fuera hoy. Como bien dice aquella consabida frase, recordar es volver a vivir