Desde la banda

Por: Gabriela Martínez

Necesitamos deportistas profesionales

Ciudad de México, Ciudad de México a 07 de febrero del 2021.- Algunos atletas, consciente o inconscientemente, prefieren acaparar más titulares de los medios por los errores que cometen en su vida personal, pero al final terminan afectando su rendimiento y su trayectoria deportiva.

La vida de cada quien debe mantenerse privada, pero ciertos deportistas permiten a sus seguidores estar al pendiente de cada una de sus actividades y, cuando llegan los traspiés, los fanáticos quieren saber de estos igualmente (a veces para defenderlos; otras, para criticarlos).

En mis inicios como reportera, algunos comportamientos me sorprendían, pero con el tiempo noté que los jugadores se ven envueltos en situaciones evitables con una educación más allá de lo deportivo, es decir, pensando primero en las consecuencias de sus acciones no solo en su carrera o en cómo los ve el público, sino también en su intimidad.

Necesitamos deportistas integrales. Si en su carrera profesional no consideran un complemento académico, deberían por lo menos capacitarse en equidad de género, derechos humanos, salud elemental, entrenamiento fundamental, civismo, entre otros temas. Estas deberían ser parte de sus herramientas básicas como atletas.

Lo anterior se ha convertido en objeto de investigación permanente y un factor generador de nuevos enfoques, tecnologías y teorías, incluyendo programas y proyectos de desarrollo humano basados en el deporte como se expone en la Declaración del Año Internacional del Deporte y la Educación Física (ONU, 2005).

Si los deportistas no se interesan en formarse, los encargados de las ligas deberían imponerles esa capacitación. Eso sería un ganar, ganar. Mejor invertir en educación que en la elaboración de protocolos para cumplir ciertas expectativas. Definitivamente, los atletas se beneficiarían al obtener otras perspectivas de la realidad.

Por eso, eduquemos en lugar de criticar.