Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Por: Gabriela Martínez

¿Sabemos que significa ser honorable? 

Ciudad de México, Ciudad de México a 28 de febrero del 2021.- En la jornada 7 de la Liga MX, América se enfrentó a Atlas; un juego de rutina no muy atractivo para la afición. Las Águilas, un equipo fuerte y con buena posición en la tabla, se enfrentó a los rojinegros, quienes hasta ese juego no habían ganado de visitantes. Sin embargo, todo cambió al darse a conocer que el equipo de la Ciudad de México había cometido una infracción administrativa: alineación indebida.   A partir de entonces, escuché a un sinfín de analistas, reporteros y público en general hablar respecto a la honorabilidad del Atlas, porque veían el alegato del equipo de Jalisco como un recurso para pedir los puntos del juego; o sobre la del América, ya que seguramente estaban tratando de sacar ventaja; e incluso poniendo en duda la integridad de la Liga, porque no le avisó a las Águilas su equivocación en la cédula.   Después se supo que la situación fue un error, uno que puede cometer cualquiera porque nadie es infalible, el cual derivó en otorgarle los puntos al Atlas. En el equipo de Coapa se aceptó el yerro y la sanción, pero: ¿realmente sabemos el significado de “honorable”? No creo porque si en el lugar del América hubiera estado otro club, la presión mediática no habría sido la misma.  

Por definición, “honorabilidad” es la cualidad de una persona o cosa honorable y poseer esta característica implica ser honrado y merecedor del respeto o la estima de los demás. Entonces, en verdad no conocemos el significado de esta palabra. Si el jugador se deja caer dentro del área y es de tu equipo, decimos que tuvo la picardía para engañar al árbitro; o si el futbolista exagera un golpe del rival y le sacan la roja, nos alegramos porque nuestro equipo tendrá más jugadores y, por ende, más probabilidades de ganar.   El juego y los deportes en general son muy susceptibles a caer en juicios personales de apreciación que dependen de los gustos personales. Esto es algo difícil de cambiar, pero sí podemos emplear los conceptos correctos a la hora de juzgar porque algunas veces nosotros seremos los agraviados y otras, nosotros cometeremos la falta. Por cierto, no olviden: el acierto y el error combinados pueden dar como resultado un gol.