Cambio de juego
Por: Gabriel Andrés
Paciencia, perseverancia y pensar a futuro; claves del éxito teutón
Tras 15 años descubriendo y potenciando al jugador alemán, Joachim Löw ha oficializado que dejará el banquillo teutón después de finalizar la Eurocopa 2021, competición donde la selección alemana se perfila como una de las más fuertes escuadras que se pueden llevar dicho certamen.
Con la partida del oriundo del estado Baden-Wurtemberg en Alemania, Löw pone fin a una época gloriosa en la parte futbolística teutona. Una Copa del Mundo lograda en Brasil 2014 y una Copa Confederaciones 2017 conseguida en la antesala de Rusia 2018 con un plantel repleto de jóvenes, es el manifiesto de todo un proceso que comenzó desde 2006.
Tras la salida de Jürgen Klinsmann después del Mundial 2006, el entrenador de 61 años tomó la responsabilidad para seguir con el proceso y no dejarlo arrumbado.
Todo comenzó en la Eurocopa 2008 donde quedaron subcampeones del torneo ante la poderosa España de Luis Aragonés, quien también coronó todo una transformación.
Para Sudáfrica 2010 le regeneración comenzó, pues comenzaron a circular los nombres de jóvenes como Thomas Müller o Mestut Özil, futbolistas que empezaron a consolidarse en la élite gracias, en parte, a la amplitud del seleccionador en la Copa Mundial, donde culminaron terceros.
Es en Brasil 2014 donde la coronación de todo un proyecto culminó con el cetro más grande, con una conjunción entre experiencia, juventud y consolidación donde figuraban nombres como Phillip Lahm, Miroslav Klose, Lucas Podolski, Mario Götze, Toni Kroos, Thomas Müller y Mesut Özil.
Avasallaron por completo en aquella competencia, siendo la ejemplificación más clara aquella goleada abultada de 1-7 ante el anfitrión. Alemania estaba de regreso.
Low siguió potencializando la “Mannschaft” y en un periodo de transición, se coronó en la Confederaciones 2017 con, en ese entonces, un plantel totalmente nuevo donde resaltaban nombres como Ter-Stegen, Leon Goretzka, Joshua Kimmich, Julian Draxler y Timo Werner, quienes hoy se encuentran en el pináculo de su carrera.
Tal vez el único némesis para el actual DT ha sido la Eurocopa, ya que en dos participaciones restantes en 2012 y 2016 se ha quedado en semifinales. Veremos si puede cerrar con broche de oro su historia en el fútbol alemán.
La obligación será gigantesca para quien será el entrenador número 11 en 95 años. Seguir el proceso y conservar a la Selección Alemana como una potencia dentro del terreno de juego, explotando un fútbol expectante, explosivo y eficaz.
Por lo pronto, los principales candidatos están en Inglaterra y en la misma Alemania, con Jürgen Klopp y Hans-Dieter Flick respectivamente. Aunque el actual mandamás desde el banco del Liverpool desmintió los rumores, cualquier cosa puede pasar.
Ojalá se mirará un poco a profundidad el proyecto alemán y tratar de reproducirlo en nuestro balompié azteca. Aprender a ser pacientes, pensar a largo plazo y dejar de ser altamente resultadistas, un mal tan inhóspito que nos lleva aquejando por lo menos, estos últimos quince años en los que han desfilado once entrenadores en el banquillo.
Y es que, además, sólo se evidencia en la selección el momento de la competencia liguera de cada país. En este ejemplo, el repunte de la Bundesliga como una de las TOP 3 del viejo continente.
La competencia es mayor y aunque existe una hegemonía bávara por parte del Bayern Munich, distintos son los equipos que han venido de menos a más. El Borussia Mönchengladbach comandado por Marco Rose o el Lepizig de Julian Nagelsmann son claros ejemplos de ello, pues “los toros rojos” fueron semifinalistas de la reciente Champions League, donde por cierto campeonó el balompié teutón.
Sólo espero que de verdad haya un cambio a profundidad en nuestro fútbol y dejemos de ser tan reticentes a la paciencia de un proceso a largo plazo y se aproveche, ahora sí, la nueva camada talentosa de futbolistas que se tiene.
Aprender del pasado para cambiar el presente, así el futuro será promisorio por sí sólo.