Desde la grada feminista

Julieta Ortega | Girl Up

Julieta Ortega | Girl Up

Por: Julieta Ortega / Girl Up Latinoamérica

¿Estándares de belleza en la cancha?

Durante mucho tiempo los medios de comunicación se han encargado de difundir y normalizar estereotipos y características específicas acerca de cómo debería lucir el cuerpo de una mujer, basados en una cultura patriarcal y eurocentrista. Estos estándares impuestos, a pesar de ir cambiando con el paso del tiempo, generalmente son imposibles de alcanzar para la mayoría de las mujeres, debido a que retratan a la mujer “perfecta” como alguien de estatura media, complexión delgada pero con curvas definidas, ojos claros y piel pálida. Dichas características han sido difundidas masivamente, al grado que por mucho tiempo fueron el único ejemplo que mujeres y niñas veían en los medios, teniendo como consecuencia que quienes no nos vemos así, por el motivo que sea, seamos juzgadas y de alguna manera debamos aspirar a convertirnos en ello sin importar el costo.

El mundo del deporte femenil no está libre de estos estereotipos imposibles de alcanzar, también se retrata a la atleta femenina como una mujer alta, delgada con musculatura definida pero moderada para no ser etiquetada como “machorra” por poseer características físicas que la cultura relaciona con lo masculino. Se tiene la expectativa de que las deportistas sean fuertes y atléticas pero sin perder su lado “delicado” y su atractivo físico, al menos lo que la visión patriarcal considera atractivo en una mujer.

Un claro ejemplo de esta problemática son las críticas que la gimnasta olímpica mexicana, Alexa Moreno, ha recibido sobre su cuerpo desde que se dio a conocer en todos los medios de comunicación debido a sus logros deportivos en su disciplina. Alexa recibió infinidad de comentarios negativos respecto a su peso, sin embargo esto no afectó su desempeño y demostró que su aspecto físico no es algo que debería ser criticado, sino que debemos enfocarnos en su desempeño deportivo que es lo realmente importante. A pesar de que la gimnasta aparentemente no se vio afectada por las críticas, este no es siempre el caso.

Claramente estas críticas y estereotipos tienen un impacto importante en las niñas y mujeres que practican algún deporte, su autoestima, motivación para seguir adelante en su disciplina, e incluso su salud física y mental se puede ver afectadas debido a los comentarios que reciben sobre su físico en la misión imposible de alcanzar un cuerpo “ideal”. Es fácil, sobre todo para las deportistas más jóvenes, recurrir a dietas inadecuadas con el objetivo de cumplir con los estándares, lo cual puede ser peligroso debido a la posibilidad de caer en un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA). Según el Colegio de la Psicología de Madrid (2021), un estudio por rangos de edad indicó que un 13% de lxs deportistas nacionales de alto rendimiento entre 14 y 25 años de edad podrían tener algún TCA, mientras que el porcentaje en personas no deportistas es del 5.5%. Además, es importante mencionar que el porcentaje de mujeres deportistas con prevalencia de un TCA es de 34.5% en comparación con el 16.7% de hombres deportistas, según el mismo estudio.

Es imposible ignorar las consecuencias negativas que tiene el seguir difundiendo estándares falsos de belleza en el mundo del deporte, siendo que estas pueden ir desde el abandono de la disciplina hasta problemas de salud mental y física para las deportistas. Es de vital importancia darle visibilidad a todo tipo de cuerpos en los medios de comunicación para que las niñas y mujeres deportistas tengan representación y no sólo estándares irreales de belleza impuestos a los cuales aspirar. Como sociedad, es importante que nos cuestionemos las expectativas que tenemos de las mujeres deportistas y su aspecto físico, para entender que todas estas están basadas en una cultura machista que solo busca tratar a las mujeres como objeto de consumo.