Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Por: Gabriela Martínez

Este es el comienzo, no el final

El Mundial Femenil de Australia y Nueva Zelanda ha sido un parteaguas para muchas selecciones que si bien no son consideradas potencias, sí representan una bocanada de aire fresco y de nuevas estrategias en el futbol femenil.

La fundación de las Reggae Girlz fue disuelta hace 15 años cuando la Federación de Futbol de Jamaica cortó los fondos para el equipo. En 2014 las revivieron, pero los recursos para ellas no han dejado de menguar. No obstante, la presentación de Jamaica en un torneo global podría hacer que eso tenga un giro.

Las Reggae Girlz se convirtieron en la primera selección nacional caribeña en avanzar a la siguiente ronda y tan solo en su segunda aparición. Estas chicas han tenido más complicaciones que otras selecciones, aun con todo el apoyo de Cedella Marley, hija de la leyenda del reggae Bob Marley, quien desde 2014 ha sido embajadora y recaudadora de fondos para la selección.

Las futbolistas jamaiquinas han buscado visibilidad y recursos incluso cuando les siguen cerrando puertas. Previo al Mundial, jugadoras como Khadija Shaw y Cheyna Matthews publicaron un extenso comunicado en redes sociales, lo cual hizo surgir distintas campañas multitudinarias para conseguir fondos con el fin de ayudar al equipo a tener campamentos de preparación y personal de apoyo. En aquel momento, la federación jamaiquina también emitió un comunicado lamentando que esos esfuerzos le quitaran atención a la hazaña histórica del equipo de haber obtenido su pase al Mundial y agradeció la asistencia financiera de la gente.

La selección de Jamaica ya hizo historia y no puede seguir dependiendo de buenos samaritanos. Ellas merecen más, se lo han ganado y no saben como me molesta escribir esto último porque todavía en el futbol y otras instancias las mujeres debemos demostrar nuestro valor para poder acceder a un buen apoyo o sueldo, lo cual no se les pide a los varones.

Claramente, esto es el principio de algo más grande. Las futbolistas jamaiquinas solo están abriendo camino, pero de aquí para adelante su panorama debe cambiar. Si el apoyo no viene por parte de su federación, debe llegar por parte de la FIFA que se ha declarado comprometida con la causa.

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