Ya es hora de visibilizar las desigualdades dentro del deporte

Foto: Ana Sofia Flores Salinas

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Mujeres haciendo historia en la pista

Por: Ana Sofia Flores Salinas @sofiafsalinas

Muchos de los sectores, tanto del ámbito público como del privado, han sido históricamente dominados por hombres, y uno de los más destacados es el del deporte. En él, las mujeres tuvimos que recorrer una trayectoria muy grande de luchas para poder disfrutar de las mismas oportunidades que los hombres. Sin embargo, debemos tener en cuenta que aún nos queda mucho por avanzar en términos de género y deporte, como lo es el tema de la brecha salarial en los deportes que se practican profesionalmente.

Está tan arraigado el sistema patriarcal en todxs nosotrxs que, a pesar de consideramos personas deconstruidas (aun teniendo en cuenta que la deconstrucción debe ser constante), lo primero que pensamos cuando escuchamos acerca de deportes que están altamente masculinizados, como la Fórmula 1, es en hombres. Hombres dominando ese deporte, y en todo su personal de trabajo masculino.

La F1 es una competencia de carreras de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), donde compiten vehículos de categoría monoplaza y en la que participan equipos de dos pilotos. Los equipos compiten entre sí en este campeonato mundial que se divide en carreras en diferentes países alrededor del mundo. El objetivo es ser el equipo con más puntos al final del campeonato para ganar el título de campeón mundial de la Fórmula 1.

El automovilismo es uno de los deportes en los que las distinciones físicas (biológicas) entre hombres y mujeres no se consideran factores diferenciadores de su desempeño, ya que lo que se usa para esto es un objeto: un automóvil. Sin embargo, aún son muy pocas las mujeres que han sido o son pilotos y han competido en la máxima categoría del automovilismo.

Como pionera en este deporte, se tiene a Maria Teresa de Filippis, la primera mujer en la historia participante del mundial de F1. Participó en cinco grandes premios entre 1958 y 1959, llegando a disputar tres carreras. En otras dos, no clasificó, como en el GP de Mónaco, su debut. Consiguió su mejor resultado en Bélgica 1958, cuando acabó 10ª con un Maserati, siendo la última clasificada.

Desiré Wilson es una de las pocas mujeres que han dejado huella en la historia del automovilismo. Hasta la fecha, es la única en ganar una carrera de Fórmula 1 en el Campeonato Británico de 1980, con la que alcanzó el primer lugar en el podio. Similarmente, Tatiana Calderón Noguera es la primera mujer latina en representarnos en la F1.

La Federación Internacional de Automovilismo dio un paso más hacia la inclusión de las mujeres con la creación de la F1 Academy, un campeonato de carreras fundado por la Fórmula 1. Esta sustituyó a la Women Series como competición femenil con el objetivo de potenciar la participación femenina en carreras de monoplazas. Sin embargo, el automovilismo sigue siendo uno de los pocos deportes con nula o muy poca participación de mujeres.

Aunque es cierto que mientras el tiempo pasa, nosotras vamos rompiendo más estigmas y techos de cristal, nunca dejamos de luchar por nuestra igualdad de oportunidades. El tener una competición exclusivamente femenil como la F1 Academy no nos garantiza la participación de las mujeres en las grandes ligas. Ni siquiera nos garantiza una alternativa óptima, porque al menos yo me sigo cuestionando por qué es exclusivo para mujeres, por qué se nos sigue diferenciando de los hombres.

Es de reconocer que algunas mujeres ya se han puesto en lo alto dentro de la Fórmula 1. Además, es de suma importancia reconocer el camino que han emprendido y visibilizarlas, porque a nosotras las mujeres no nos han regalado ningún espacio, hemos luchado por todos ellos y por muchos otros seguimos haciéndolo.

Pero la dificultad de las mujeres para llegar a las grandes ligas no es la única desigualdad, también lo es la ya muy conocida brecha salarial dentro de los deportes. Las empresas del Reino Unido con más de 250 empleados, como la Fórmula 1, están obligadas a entregar informes comparativos con el sueldo promedio de sus trabajadores según género. Asimismo, los equipos en cuestión también deben transmitir el número de personas de cada género que reciben bonificaciones y el porcentaje de hombres y mujeres que componen su estructura.

En Mercedes, las mujeres ganan en promedio un 35% menos que los hombres, recibiendo 65 peniques por cada libra que gana un hombre. En cuanto a la tasa horaria media, las mujeres cobran un 17% menos. En Red Bull, la brecha es aún mayor, con las mujeres ganando un 40% menos en promedio, es decir, 60 peniques por cada libra que gana un hombre. La diferencia en la tasa horaria media es del 27%. En Force India, cuya fuerza laboral es 94% masculina, las mujeres ganan un 7.4% menos en promedio y un 14.8% menos en la tasa horaria media. En Renault, las mujeres reciben un 26% menos en promedio y un 22% menos en la tasa horaria media comparado con los hombres.

https://x.com/jugada_ec/status/1781450202236506593?s=46&t=Xm2HLLmPGJx1FHPQBdztDw

Vale la pena seguir cuestionando todo el sistema automovilístico, porque el que exista una liga exclusiva para mujeres no es enteramente inclusivo. Desde mi perspectiva, la Federación Internacional de Automovilismo tiene mucho que mejorar al no otorgar más oportunidades a las mujeres en las grandes ligas, como lo es la F1, donde participan mayormente hombres. Esto hace que nos demos cuenta que aún nos falta mucho camino por recorrer para llegar a una verdadera equidad y que no debemos conformarnos con que las empresas cumplan con una cuota. Es por eso que aún podemos contar con una sola mano a las mujeres que han participado en la F1, pero la lucha aún no termina y seguiremos exigiendo equidad hasta tener las mismas oportunidades.

Es por eso que no solo se debería exigir paridad de género dentro de las pistas. También el que se otorguen horarios de juego equitativos, la implementación de medidas para asegurar una difusión mediática equitativa y establecer sanciones para los medios de comunicación que utilicen fotografías de jugadoras con el fin de cosificar o sexualizar sus cuerpos. Esto ayudaría a lograr una igualdad de oportunidades para todxs dentro de este deporte tan elitista.

Ana Sofía Flores es parte de la comunidad de Girl Up México, una organización liderada por juventudes que capacitan, inspiran y conectan con otras activistas por la igualdad de género. Haz clic aquí para leer más sobre Girl Up México y su trabajo impulsando a jóvenes agentes de cambio.

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