Ser las mejores no es garantía

Por Adrianelly Hernández
@Nellyfut

Ciudad de México, Ciudad de México a 06 de mayo del 2020.- La Selección de Estados Unidos perdió la demanda ante su Federación, en la que exigía igualdad salarial, considerando que a sus colegas varones, les pagan una mayor cantidad de dinero, aun cuando éstos no generan las mismas ganancias ni cosechan los mismos triunfos.

Sí, como lo leen, en este caso, el viejo argumento que dicta “cómo quieren que les paguen igual si no generan lo mismo que los hombres” sale sobrando, puesto que las futbolistas estadounidenses le han dado más ganancias que los hombres a su Federación y pese a eso, el juez Gary Klausner desestimó la petición.

Con esto llego al punto que titula este artículo: parece que en el futbol femenil ni siquiera ser las mejores es motivo suficiente para recibir lo justo. Aquellas falacias de que a nadie le interesa el futbol femenil (en julio de 2019, Nike informó que su camiseta más vendida era de la Selección Femenil de Estados Unidos, por encima de cualquier masculina) o de que es aburrido (habría que ver jugar a Vivianne Miedema, Sam Kerr o Tobin Heath) se están quedando rezagadas y siguen siendo repetidas sólo por aquellas y aquellos que se niegan a reconocer que el futbol de mujeres puede ser de calidad y que, además, también es un espectáculo redituable. La realidad la tenemos enfrente, pero parece que directivos, federaciones, medios de comunicación, marcas y aficionados no la quieren reconocer.

Las estadounidenses van a apelar el fallo del juez Klausner, pues como posteó Megan Rapinoe: “vamos a seguir luchando por la igualdad”. Cabe mencionar que el rendimiento del equipo de las barras y las estrellas ha sido por demás espectacular, al ganar los dos últimos Mundiales y tener una racha ganadora de 12 partidos en el recién Francia 2019.

Los argumentos están sobre la mesa, pero todo indica que el patriarcado y el deporte, una de sus más fuertes armas que privilegia la masculinidad, continúa ganando la batalla, con toda la irracionalidad posible, y esto último lo menciono porque la Federación estadounidense ha defendido su postura de pagar más a los hombres al considerar que ellos utilizan más fuerza y que se les exige más, esto aun cuando su logro más grande fue el tercer lugar que alcanzaron en el Mundial de Uruguay 1930.

Se trata de no querer ver algo que incomoda, pero que existe, quizá no en todo el mundo, pero por lo menos en Estados Unidos sí: ahí, las mujeres son superiores a los hombres en el futbol y, por lo tanto, merecerían que esto se viera reflejado en sus ganancias. No hay más.

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