Empate sin muchas emociones entre Tigres y Atlas

Foto: Tigres

Por: Orlando Hernández / Líderes del deporte

Ciudad de México, Ciudad de México a 28 de Agosto de 2021.- En Nuevo León el fútbol siempre se vive con emoción. No fue diferente la forma de afrontar el encuentro donde los Tigres de la UANL recibieron a los Rojinegros del Atlas. Tigres llegaba con dos victorias al hilo, ambas ganadas 3-0, mientras los de la academia en sus últimos dos partidos registraron dos empates.

El partido inició con el Atlas mostrando agresividad en busca de abrir el marcador. Llegadas y llegadas donde el balón únicamente le sonreía a los de Jalisco, sin embargo, ninguno disparó con dirección a portería. Tigres se fue asentando en el volcán, comenzando así a generar fútbol, sobre todo comandado por el “Diente” López.

Al minuto 25, Carlos González salió lesionado por una dificultad muscular, acto preocupante ya que Gonzales es el único delantero centro nominal del equipo, por lo cual Miguel Herrera se vio obligado a cambiar su esquema y dio entrada al francés Campeón del Mundo Florian Thauvin,

Tigres cada vez presionaba de mejor forma. Nico López creó del lado derecho del campo una jugada de peligro, buscó un centro dentro del área, donde Aldo Rocha cometió una mano, mano que el mismo Nico y todo el Volcán reclamaron de inmediato, pero que el silbante Luis Enrique Santander no marcó, hasta que el sistema audiovisual de asistencia arbitral, llamó al arbitro para revisión. Acto seguido, Santander marcó lo sucedido como penal.

El encargado del cobro fue el mismo que generó la falta. Nico López, jugador que transformo el penal en gol, tras un tiro potente al costado izquierdo, engañando a Camilo Vargas. El primer tiempo llegó a su fin con Tigres dominando el encuentro. Atlas tenía que salir a revolucionar el partido y eso hizo. Al 53 Diego Barbosa, desde la esquina del área, puso el esférico en el ángulo izquierdo.

Con el marcador empatado, el partido comenzó a detenerse de forma seguida, no se generó muchas jugadas claras de gol y pareciera que los jugadores se encontraban conformes con el resultado.

Sorprendentemente, el arbitro agregó 11 minutos por tantas interrupciones a modo de faltas o lesiones, minutos que ninguno de los equipos logró transformar en gol y finalizó con un partido empatado a un gol.