Desde la grada feminista

Julieta Ortega | Girl Up

Julieta Ortega | Girl Up

Por Julieta Ortega

¿Falta de buen desempeño deportivo o falta de equidad en el deporte?

Para nadie es un secreto que, como sociedad, estamos bastante lejos de alcanzar la equidad de género en el deporte. Durante los últimos años nos hemos enterado de situaciones decepcionantes que demuestran la poca importancia que recibe el deporte femenil a comparación de los equipos masculinos en cada disciplina.

Un ejemplo claro es el caso de la controversia causada hace varios meses, después de que jugadoras de básquet de la NCAA demostraran a través de sus redes sociales la preferencia que se tenía hacia el equipo de basquetball masculino. Se nos mostró como el equipo deportivo, las áreas de entrenamiento y recreación, incluso la comida que se les ofreció a los hombres era de mejor calidad, comparada con lo que estaba disponible para las mujeres.

Lamentablemente esta es solo una de muchas situaciones similares, en las que el esfuerzo de las atletas femeninas es minimizado e incluso desacreditado. Desde mi perspectiva, es incluso más decepcionante la indiferencia que existe por parte de la sociedad ante este tipo de situaciones.

Históricamente a las mujeres se nos ha catalogado como débiles y menos capaces, por razones biológicas y sociales. A pesar de que se han demostrado cosas muy diferentes, hoy en día seguimos siendo encasilladas en ciertas actividades que son consideradas fáciles, como lo es la labor doméstica. Algo muy similar sucede cuando se trata de deportes y es por esto que se tiene la falsa concepción de que el deporte femenil es algo que no debe ser tomado en serio.

Mucha gente justifica la falta de atención al deporte femenil utilizando como argumento la “falta de buen desempeño” por parte de las atletas femeninas, diciendo que si los resultados de los equipos femeniles fueran relevantes, se les apoyaría más. Pero cómo esperan que los equipos femeniles tengan el mismo nivel de desempeño que los varoniles cuando no se les invierte ningún tipo de recursos para propiciar su mejora.

Esta problemática tiene muchísimas implicaciones, entre ellas el temprano abandono de las niñas y jóvenes en el deporte, ya que, según datos de la Encuesta Nacional de Cultura, Lectura y Deporte presentados en un artículo de Science Direct (2017), el 72% de las mujeres mexicanas no practican ningún deporte. Sin embargo, irónicamente, en los últimos tres Juegos Olímpicos la rama femenil del país ha obtenido el 72% de las medallas ganadas.

Ya es momento de que dejemos de lado todos los estereotipos negativos que nos catalogan a las mujeres como incapaces de lograr cosas extraordinarias en el ámbito deportivo, y es sumamente necesario que le sigamos exigiendo a las grandes empresas, marcas y organizaciones que le presten al deporte femenil la atención que se merece y que no solo se invierta en ello como una acción de caridad, sino como lo que realmente es, una gran oportunidad para apoyar el talento deportivo.