Desde la banda
Por: Gabriela Martínez
Más de 21 Majors
La desigualdad de salarios en todas las profesiones entre hombres y mujeres no está a discusión. Existe una brecha, pero también parece que se intenta mejorar ese aspecto a través de ciertos cambios. Sin embargo, las modificaciones deben iniciar desde cómo lo percibimos nosotros.
El deporte no es la excepción a lo anterior. Hemos visto cómo se minimiza lo hecho por las deportistas, incluso en transmisiones televisivas los cronistas se han burlado y mofado por alguna de sus actitudes, pero también hemos presenciado sus logros y eso ha hecho que más mujeres deseen mostrar su talento.
Recientemente, Rafael Nadal ganó su Grand Slam número 21. El domingo todos los medios hablaron de la proeza del español, lo cual sucedió porque él nos regaló un gran torneo en el Abierto de Australia. Al conseguir el trofeo de campeón, dejó atrás a Roger Federer y Novak Djokovic, siendo el primero de los tres en alcanzar esa cifra de triunfos. Entonces, los encabezados de los diferentes portales no se cansaron de calificar el hecho como histórico e inédito. Pero esto es un error.
Margaret Court, Serena Williams y Steffi Graf son tres de las tenistas más importantes de la historia y con más Grand Slams: 24, 23 y 22 títulos, respectivamente. Sé bien que los juegos en el tenis femenil son a ganar 2 de 3 sets y en los hombres son 3 de 5, pero las reglas no las pusieron ellas. De hecho, las atletas han pedido recibir el mismo trato que los varones.
De cualquier modo, a través del tiempo se han realizado partidos de tenis de mujeres contra hombres y los triunfos se han dividido. Mi propósito no es menospreciar lo hecho por cada género, pero deseo que se mida igual su desempeño y los logros de las personas no tengan distinción por pertenecer a la rama varonil o femenil sino simple y sencillamente por su calidad deportiva. Quiero ver más récords en todas las disciplinas.