Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Por: Gabriela Martínez

El paraíso europeo

“Las comparaciones nunca son buenas”, dice el refrán. En esta ocasión, para mí es muy necesario el contraste. El verano de 2022 fue el escenario para que varias confederaciones celebrarán las competencias de sus selecciones femeniles de futbol y estas nos permitieron dimensionar la importancia de la brecha.

La Euro femenil fue una fiesta de inicio a fin. Los estadios de Inglaterra fueron testigos de récords de asistencia, futbol espectacular y de alta calidad, y un verdadero apoyo de las autoridades hacia las futbolistas. Este campeonato dejó un precedente que muy difícilmente otra confederación llevará a cabo.

La final de la Euro femenil cubrió la capacidad de 87,192 sillas del estadio de Wembley, la mayor convocatoria para una final de Eurocopa —femenil o varonil— en la historia. Para comparar, en 1964, la final de los varones entre España y la Unión Soviética en el estadio Bernabéu contó con 79,115 asistentes, y la de 2020 (también en Wembley) entre Inglaterra e Italia alcanzó 67,173 espectadores por las restricciones durante la pandemia de COVID-19. De hecho, antes de la final, las 487,683 personas que acudieron a partidos de la Euro ya habían sobrepasado el récord de 240,055 para un campeonato europeo femenil.

Concacaf y Conmebol están muy lejos de tener estas cifras. Cada vez hay más seguidores del futbol femenil, pero no son suficientes para alcanzar la cantidad de asistentes de la Eurocopa; sin embargo, también se debe considerar que las autoridades no le dieron el peso necesario al Premundial de Concacaf. Además, Colombia denunció el raquítico sueldo asignado a la federación de su país y protestaron por el anuncio de la cancelación de su liga.

¡Por favor! Que las escenas de Inglaterra se repitan en todo el mundo. El futbol femenil sigue avanzando y no se detendrá.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *