El juego perfecto

Por: Ahmed Sat

Napoli, Tres décadas de sufrimiento

Si hablamos de historias que trascenderán en el tiempo, la del equipo de la cuidad de Nápoles es
una de ellas.

33 años que la cuidad napolitana no volvió a ver el Scudetto pasearse por Spaccanapoli, una
calle principal de Nápoles, que esperaría volver a ver algún día, ese trofeo caminar por ahí.

Maradona y el romance Napolitano

Temporada 1986/87. El astro argentino, el 10 y el único extranjero del Napoli en esa época,
levantaría el primer título de la Serie A para un equipo, que un año antes peleaba por no perder
la máxima categoría.

Año de 1987, Maradona conquistaría su segundo título con el cuadro de Nápoles, la copa
italiana, para este momento, Maradona era un estandarte y una figura no solo para el equipo, lo
era para toda una ciudad.

El mejor momento del cuadro napolitano y del argentino, sin duda fueron sus últimos años en
Italia. La temporada de 1989/90 el cuadro italiano pondría nuevamente a vibrar toda la cuidad,
su segundo Scudetto llegaría de nuevo a pasearse por las calles de Nápoles, Maradona era
prácticamente santificado para este momento.

Diego Armando Maradona y su romance napolitano tomaría más fuerza en esa temporada.
Conseguirían el primer título internacional del conjunto de Napoli, se lo ganaría al Stuttgar de
Alemania en un global de 5-2, Maradona y el Napoli eran campeones de la Europa League.
El último título de esta historia de este amor llego en 1990, tras ganar la Supercopa italiana.
Maradona había ganado todo en un equipo que antes de él, era una escuadra que peleaba por
no descender.

115 goles en 219 encuentros, presume Maradona, pero no todas las historias de amor culminan
de la mejor manera. 24 de marzo de 1991, jugaría su último partido con el Napoli que ganaría
uno por cero ante Bari, todo era alegría, pero detrás de ese partido, el estudio antidoping ya
estaba hecho, Maradona daba positivo, el máximo ídolo de la cuidad Napolitana tendría que
decir adiós.

El despertar del Napoli

Llegaba una temporada más, otro año con ganas de pelear la liga y demás títulos, pero aquí
empezaba una cierta historia que el mundo del futbol no se lo imaginaria.
Temporada 2019/20, el Napoli llegaría a la final de la Copa italiana, en frente de ellos, La
Juventus de Turín y Mr. Champions, Cristiano Ronaldo.

Un partido de un resultado sorpresivo para algunos, ceros, nadie había abierto el marcador en
todo el partido, y empezaba la mítica tanda de penales.

El Napoli se proclamaba campeón de copa tras ganar 4-2 a la Juventus, la mayoría no se
esperaba esto, tal vez tampoco algunos aficionados napolitanos.

Para finales del 2020, Maradona, su máxima figura de su historia fallecería. La directiva
después de esto decidió cambiar el nombre del estadio, Diego Armando Maradona, La nueva
casa del Napoli.

Tras 2 años de pandemia mundial y no jugarse futbol, volvería a rodar el balón y la temporada
del Calcio italiano empezaría, la temporada 2022/23 iniciaba, y el Napoli parecía un equipo
distinto, jugadores como Kvaratskhelia llegaban al club, jugadores que no tenían renombré, y
que con el paso del tiempo se harían figuras del equipo.

33 años después de una larga espera, la ciudad paralizada y pintada con los colores del
equipo, estaban a un partido de consumar aquella gloria tan anhelada, en el estadio del
Udinese estaban a un punto de ser campeones de la Serie A.

Minuto 13, Sandi anotaba el primer gol del Udinese, y tras pasar el partido, la desesperación de
ser campeones empezaba a caer en el Napoli. Minuto 52 su delantero estrella Víctor Osimhen empataba el partido, un punto los separaba de ser campeones y estaban a poco más de 50
minutos de ser campeones de Italia.

El 4 de mayo del 2023, la ciudad Napolitana, volvería a ver el Scudetto por sus calles, la cuidad
estaba llena de camisetas, trapos, banderas y carteles, el festejo, recorrió toda parte de
Nápoles, el lugar más importante donde le gente se reunió a festejar fue donde estaba el
famoso mural de Maradona en Quartieri Spagnoli, conocido mejor como: El Santuario de
Maradona.

Una historia de amor que se volvió a encontrar 33 años de su partida de aquella cuidad de
Napoles.