Por: Gabriela Martínez

Ciudad de México a Ciudad de México a 07 de junio del 2020.- Ser una figura en cualquier deporte tiene muchos privilegios: ser conocido, tener muchos seguidores y, claro, contar con varios patrocinadores que comercializan tu imagen, lo cual representa un ingreso extra. A pesar de ello, los deportistas que gozan de esos beneficios también deberían pensar en ese poder como una herramienta para realizar un cambio en quienes los ven como un ejemplo.

Tal es el caso de Messi, Cristiano y Lebron ahora más preocupados por ser mejores personas que por ser laureados en sus respectivas disciplinas.

Estados Unidos vive en una constante crisis interracial que en los últimos días se ha agudizado y varios atletas ya alzaron la voz aprovechando su acceso a los reflectores. Ellos han puesto su grano de arena y utilizado el poder de su fama para denunciar, respaldar y dignificar los derechos de todos. No sé si dé un cambio a raíz de esto, pero definitivamente están ejerciendo presión.

Ahora mismo, el país de las barras y las estrellas está en el ojo del huracán por esa situación, pero en México las cosas no son muy distintas. Sin embargo, deportistas en circunstancias igualmente privilegiadas no se han pronunciado al respecto. Pareciera que es más fácil para ellos no ver los actos discriminatorios en nuestro país.

Si tienes un poco de poder, lo debes utilizar para hacer el bien. Eso sería tener también el privilegio de ayudar.

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