Por: Gabriela Martínez

Ciudad de México, Ciudad de México a 23 de noviembre del 2020.- En los años noventa, Mia Hamm era el símbolo del futbol femenil. Yo empezaba a jugar y trataba de buscar noticias de ella en los periódicos. Aunque en México esa rama no estaba en auge como ahora, llegué a encontrar sus fotos y ver algunos de sus videos en la televisión. Así, a veces imaginaba que era ella en el campo.

Mia era parte de una selección que marcó época en el futbol femenil. A partir de eso, Estados Unidos vio potencial en quienes apenas sentían gusto por este deporte. Una de esas niñas ya sobresalía: Alex Morgan, una pequeña cuya complexión delgada y velocidad le dieron gran visibilidad en los equipos donde militó.

Alex tiene un talento innegable para jugar futbol, pero también una personalidad que le genera tanto fanáticos como detractores. Por un lado, ella aprovecha muy bien las miradas de quienes la siguen: es capaz de apoyar la causa de los migrantes indocumentados en Estados Unidos y enfrentarse a políticos para solicitar, junto a otras jugadoras, la homologación de derechos ciudadanos. En la cancha, por otro lado, Morgan ha hecho lo propio e inspirado a miles de jovencitas, quienes la imitan usando coleta y diadema.

Definitivamente, las jugadas espectaculares de Alex han dado constancia de su talento deportivo y capturado el interés de diversos medios internacionales. Sin embargo, nos mostró su personalidad de villana el Mundial pasado: cuando anotaba, hacía algunos festejos para ‘burlarse”. Tal vez muchos no lo supieron, pero de esa manera los reflectores se enfocaron en un certamen donde había muchas mujeres que apenas iniciaban sus carreras futbolísticas.

Todos los admiradores de Morgan ven esa fortaleza de seguir los propios sueños y lograrlos con empeño, pero también ven a una figura que las apoya, se solidariza y sabe cómo utilizar el poder del éxito. Ahora mismo, no debe serle fácil estar en una liga desconocida luego de un periodo de maternidad ni recibir críticas por la falta de anotaciones últimamente. Esto es, hasta cierto punto, normal y no le resta peso a su nombre.

Sin duda, las niñas que hoy ven a Alex Morgan tienen un gran ejemplo de como brillar dentro y fuera de la cancha, Alex es la heroína de muchas y muchos, ella hizo que el camino que abrieron otras se hiciera más amplio y brillante.

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