Heroínas del deporte

Por: María José Pérez Aguirre

Billie Jean King: una revolucionaria para el tenis femenil

Era una calurosa mañana del 22 de noviembre de 1943 en Long Beach, California cuando Billie Jean King, la leyenda del tenis, llegó al mundo. Ella creció en una familia con gran pasión por los deportes, su padre rechazó una oferta para jugar en la NBA antes de convertirse en bombero, su madre era una excelente nadadora y su hermano menor se convirtió en lanzador de béisbol en las ligas mayores. Comenzó a jugar tenis a los 11 años de edad en las canchas públicas de California donde descubrió su talento nato y gran pasión por el deporte. Años después en 1961, con Karen Hantze, ganó el torneo de dobles en Wimbledon convirtiéndose en la pareja más joven en ganar el título. Pero fue 5 años después, en 1966, cuando su carrera dió un gran paso llegando a ser la número uno del mundo en el tenis femenino.

Billie era una excelente tenista, que con solo 29 años de edad ya había ganado 12 Grand Slams. “¡Es imparable!” decían los comentaristas y el público enloquecía al verla jugar. Pero ella sabía que su deber con el tenis era aún mayor, estaba destinada a lograr algo más. Durante esta época del tenis profesional las mujeres solo ganaban una parte de los premios monetarios que se les otorgaban a los hombres. “¿Por qué una mujer debe recibir menos? ¡Vendemos la misma cantidad de boletos!” protestaba a los organizadores del torneo, pero ellos no la tomaban en serio. “¡Voy a boicotear el torneo!” y ellos solo reían. Su lucha por la igualdad de género en el tenis profesional había comenzado y junto con ocho tenistas más creó la Asociación de Tenis Femenino (WTA) quienes buscaban la igualdad en el tenis.

Pero todo cambió un 30 de septiembre de 1973 cuando la historia para el futuro de las próximas tenistas se revolucionó por completo y dió un gran paso para la igualdad de género en el deporte. Meses antes el tenista profesional de 56 años, Bobby Riggs, uno de los mejores tenistas en los años 40, comenzó a opinar despectivamente sobre las mujeres y afirmaba poder vencer fácilmente a cualquiera de las jugadoras del momento, a pesar de su edad. Además se auto declaraba misógino y expresaba a los medios ideales sexistas, “el lugar de la mujer está en la cocina, no en la cancha de tenis” comentaba en entrevistas.

Así que retó a Billie a un partido de tenis con el fin de probar que era mejor que ella. A este gran encuentro entre Billie y Bobby se le llamó la “Batalla de los sexos”, más de 30.00 espectadores asistieron y las cadenas televisivas tuvieron más público que nunca con más de 50 millones de personas, los ojos del mundo estaban en ella. Y así fue como Billie llena de confianza entró a la cancha del Reliant Astrodome de Houston, el público enloquecía, se escuchaban aplausos y gritos por todos lados.

El partido comenzó y después de casi dos horas King había conseguido la victoria ganando todos los sets (6-4, 6-3, 6-3). Al final los organizadores del torneo de Estados Unidos cumplieron la petición de Billie. Ahora gracias a ella se ofrecía un premio económico igual entre hombres y mujeres convirtiéndo al torneo en uno de los más famosos en el tenis profesional.

Gracias a los esfuerzos y la lucha de King por una igualdad en el tenis, hoy es uno de los pocos deportes en que la brecha de género en premios monetarios no existe. Además de tener un gran legado en el tenis ganando 20 títulos de Wimbledon, en 2009 fue premiada con la Medalla Presidencial de la Libertad por el presidente Barack Obama siendo la primera atleta en recibir la medalla con el mayor honor en los Estados Unidos. Sin duda, Billie es gran ejemplo y modelo a seguir para miles de tenistas jóvenes y como sociedad en general, pues nos demostró que nuestro género no es limitación para alcanzar nuestros sueños y ser tratados con igualdad.