Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Por: Gabriela Martínez

Las lecciones del futbol femenil

Este verano no ha sido como otros tantos sino mucho mejor para quienes somos aficionados del futbol femenil. El Mundial de 2023, organizado por Australia y Nueva Zelanda, está a la vuelta de la esquina y, a un año del silbatazo inicial, varias confederaciones tuvieron campeonatos para otorgar pases a la competencia organizada por la FIFA. Aquí algunas de las lecciones que esto nos ha dejado hasta ahora.

El futbol femenil crece en todos lados

Mientras exista una niña que desee patear un balón, habrá la oportunidad de crecimiento para el balompié femenil, prueba de ello es la Copa Africana de Naciones para mujeres. África es un continente al cual no se voltea a ver con facilidad; sin embargo, las futbolistas de esa región demostraron estar a la altura y nos regalaron juegos dignos de una competencia mundialista. Al cierre de esta columna no hay campeonas, pero la final está decidida: Marruecos se enfrentará a Sudáfrica.

Concacaf tiene las mismas reinas

Este torneo me daba mucha ilusión porque se llevó a cabo en Monterrey y la Selección Mexicana Femenil había tenido una reestructuración que nos permitía soñar con una buena actuación. No obstante, al final las futbolistas dirigidas por Mónica Vergara no anotaron y se quedaron sin un boleto para el Mundial. Por otra parte, Estados Unidos y Canadá siguen siendo las amas y señoras de la zona, y cabe resaltar la historia de las jugadoras de Jamaica, quienes teniendo todo en contra ya están en su segundo mundial de manera consecutiva.

Europa y la añoranza de seguir creciendo

La Eurocopa es el claro ejemplo de cómo el futbol femenil sigue ganando terreno en aquel continente. Hasta la fase de grupos se registraron 4 récords de asistencia en los estadios y además el nivel que están mostrando es magnífico. Una Euro luchada y con golazos es un aliciente para mantener al soccer femenil en ascenso.

Sudamérica y todo en contra

La Copa América Femenil nos dejó ver las diferencias abismales entre las futbolistas. Inició con protestas por parte de las locales ante la falta de apoyo económico y las pocas oportunidades. Sin embargo, Brasil sigue deslumbrando con su magia mientras las demás selecciones buscan ser vistas para poder acceder a mejores oportunidades.

Ahora mismo, ya hay 19 selecciones clasificadas al Mundial. Qué felicidad me da ver cuánto ha crecido el futbol femenil.

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