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Foto: FIFA

Por: Orlando Hernández/ Líderes del deporte

CDMX, CDMX a 01 de diciembre de 2022.- Siempre que de un balón se trate todo un país decide creer en los milagros, sin importar absolutamente nada, que el viento grite México y que le volteé la moneda en el aire a favor del tricolor mexicano.

El estadio Lusail Iconic Stadium era el lugar y 84 mil aficionados presentes esperaban ver la dichosa partida de la suerte para México, Arabía o en dado caso, Polonia.

Gerardo Martino optó por Pineda e Henry Martín, hombres que en partidos anteriores no habían tenido juego, era el partido ideal, ganar o morir.

El silbatazo inicial movió a Qatar, movió a México, buscaba la clasificación ante Arabia Saudita. Dos catastróficas actuaciones contra Polonia y Argentina habían incluido a las matemáticas en el partido. La selección mexicana necesitaba ganar, necesitaba golear. Con toda la actitud el combinado azteca recorría la cancha, presionaba y no dejaba de insistir, de un momento a otro México parecía jugar de otra manera, insistente, vertical, ágil, agresivo.

No fue el mejor partido de Alexis Vega, tan sólo en los primeros minutos falló un mano a mano que en otra realidad, pudo haber cambiado el destino de México; El jugador de Chivas entró al área y ante una rápida salida del arquero Árabe, Al Owais, el esférico chocó contra su cuerpo, opacando al golpe un suspiro caluroso de frustración.

Los minutos pasaron y el que mantenía el control del encuentro era México. La desesperación hizo a el “tri” buscara un exceso de servicios largos, con el objetivo de ganar la espalda de los defensores árabes. Lozano, Orbelín y Luis Chávez fueron los que más propusieron ofensivamente, en la zona baja, Gallardo, Moreno, Montes, Sánchez y Ochoa no presentaron muchos problemas.

Al mismo tiempo Argentina y Polonia se mantenían en ceros con el arquero polaco siendo figura y en un parecido acuerdo mutuo para mantener el nerviosísimos. La primera mitad acabó en un cero por cero, tanto en el partido mexicano, como en el argentino.

En la segunda mitad se realizaron modificaciones por parte de ambos países. Salió Alexis Vega y entró Uriel Antuna. Al 47’’ un balón con velocidad emitido desde el tiro de esquina logró encontrar el botín de César Montes, este, de manera mágica, logró el recentro, alargó la agonía para que Henry Martín empujara el esférico y toda una nación gritara su primer gol en la fiesta mundialista.

Argentina ya lo ganaba 1-0, México necesitaba más goles tanto de la albiceleste como de ellos mismos.

Arabia desconcertado, regaló muchas faltas y al 52’’ una nueva oportunidad se presentó. A unos 4 o 5 metros de la media luna del área grande, Luis Chávez fue el encargado de colocar la redonda. Un tiro libre que parecía muy lejano estaba a punto de ser cobrado.

Cinco mexicanos, al borde del área grande, esperaban un posible centro, sin embargo, el actual campeón de la Liga MX con el Pachuca decidió otra cosa. Sin tomar tanta distancia, con pierna zurda, contactó con fuerza el balón, con vientos, nervios y respiraciones contenidas, el balón pasó por encima de una barrera que con un salto buscó romper la trayectoria de una esférica que iba decidida a entrar.

El arquero recorrió de forma correcta, pero era imparable. Luis Chávez nos regaló uno de los mejores goles del mundial, el estadio explotó, la suerte flotó y el sueño era libre.

Argentina ya ganaba 2-0. México hacía lo mismo. Un gol más del equipo mexicano o del argentino calificaba al conjunto azteca, por lo que la presión de México, aún era alta.

Al 56’ México creyó más que nunca en el milagro. Henry Martín colocaba la tercera diana, lamentablemente, sin muchas dudas, fue anulado por el sistema de video arbitraje.

Al minuto 71 más suspiros se acumularon. Henry Martín recibió botando el balón dentro del área, las ganas de anotar se transformaron en un golpeo con fuerza excesiva y una oportunidad más fue desperdiciada.

Al 77’ Raúl Jiménez sustituyó a Henry en el medio campo y Carlos Rodríguez entró por Orbelín Pineda. Diez minutos después, ingresó Kevin Álvarez por Jorge Sánchez y Funes Mori por Edson Álvarez.

En puntos y diferencia de goles Polonia y México estaban igualados, sin embargo, los europeos clasificaban por el criterio de desempate; la cantidad de tarjetas amarillas acumuladas.

Al 87’ otro gol anulado incrementó la frustración. Uriel Antuna partió adelantado y su buena definición no sirvió para nada, el tiempo se acababa.

Arabia realizó modificaciones intentando no morir sin pelear. El arquero Al Owais atajó una pelota peligrosa de Lozano y se volvió figura. México atacó con todo y como es esperado, dejó espacios atrás.

El partido de Argentina finalizó con un 2-0. La eliminación del equipo polaco y la clasificación del “Tri” dependía únicamente de ellos, de un gol más y no recibir ninguno. Lamentablemente al 90’’ Salem Al Dawsari demostró porqué porta el número 10 de su selección. Un conjunto de pases cortos lo dejó mano a mano con Guillermo Ochoa, el disparó fue preciso, fue excelente, destruyó las redes aztecas, las esperanzas, las ilusiones, la felicidad.

Cuatro años más tendrán que ser.

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