Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Por: Gabriela Martínez

Es momento de seguir protestando

El futbol femenil no nació ayer, existió desde el momento cuando una mujer de bajo perfil, sin los reflectores que conlleva el futbol varonil pero con talento, disciplina y un enorme amor al deporte, pateó un balón. En este mismo espacio, he enumerado a las pioneras de este deporte y cómo han crecido.

El crecimiento ha sido contrastante al del futbol varonil porque ha sido muy doloroso. En lugar de haber recibido ayuda, hemos encontrado trabas (que no es un deporte para chicas, que nadie nos ve ni compra las playeras), pero cada una de estas se han ido cayendo con el esfuerzo de muchas mujeres.

Dolorosamente, seguimos cargando con el mínimo apoyo de parte de los dirigentes y las federaciones; sin embargo, hoy somos más y esas voces no se van a callar. Desde la futbolista que juega en un campo de tierra hasta una seleccionada, las demandas se seguirán escuchando.

En los Juegos Panamericanos, Chile disputó el oro del futbol femenil con una jugadora de campo defendiendo el arco, la delantera María José Urrutia, luego de que Christiane Endler y Antonia Canales, las porteras del plantel, debieron regresar a sus clubes europeos debido a la mala gestión de los dirigentes.

Después del silbatazo inicial, las chilenas se sentaron en el campo y tras perder 1-0 ante México en la final, las futbolistas sacaron un comunicado para subrayar la mala gestión y exigieron cambios tanto en las condiciones como en el nivel de profesionalismo de las selecciones femeniles.

La protesta de esta selección no es nueva porque desde principio de año se habían pronunciado al respecto antes de disputar la repesca del Mundial Femenil al cual no acudieron. Entonces, Christiane Endler dio la cara y denunció las irregularidades. Ahora, después de quedarse con la plata en los Panamericanos a sus 32 años y ser considerada como una de las mejores arqueras del mundo, Endler anunció su retiro de la selección tras la victoria ante Estados Unidos en la semifinal.

Sin duda, las protestas seguirán, continuarán hasta cuando cada mujer futbolista juegue cuando lo desee y como profesional reciba una paga justa.

1 pensamiento sobre “Desde la banda

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